martes, 14 de octubre de 2014

Dios... La fuerza de mi corazón


Cuantas personas hemos visto que tienen riquezas, placeres de la vida, todo lo que pudieran imaginar materialmente hablando, e incluso parecen tener “amor” y la admiración de todos. Esto es lo que refleja el Salmos 73, el escritor parece molesto, al igual que muchos de nosotros en algún momento nos molestamos también, nos irritamos e incluso salen algunas palabras no tan dulces de nuestras bocas contra este tipo de personas.
Lo realmente llamativo es que no solo somos nosotros, ha sido una constante a lo largo de la historia, esto bien se puede corroborar yendo al libro de los salmos capítulo 73,  el escritor parece  frustrado y disgustado, como debo confesar me he sentido yo en ciertas ocasiones, lo verdaderamente importante es lo que él mismo escritor dice unos párrafos más adelante. Puede que las personas crueles tengan muchas posiciones, riquezas, pero todo eso es momentáneo, puede que ellos tengan salud, estén gordos y con rostros coloridos, puede que tengan mucho y trabajen poco, claro que pueden y no solo es que pueden sino que en nuestra actual sociedad existen este tipo de personas.
Sin embargo lo más impresionante es lo que dice el escritor y hoy quiero apropiarme de ella y decirlo a todos “Puede que no tenga salud, puede que incluso  mi espíritu este desfalleciendo, puede que no tenga grandes riquezas, puede que tenga que trabajar más y ganar menos… todo esto puede, puede, puede, claro que puede suceder, pero Dios sigue siendo la fuerza de mi corazón” No es que solo fue en un pasado, o alguna vez será en el futuro, él sigue siendo a pesar de cualquier adversidad o injusticia, Dios sigue siendo la fortaleza, el sigue siendo Dios, el sigue siendo Señor, y será mi fortaleza, mi  Dios, mi papá para siempre. Los demás pueden tener todas las riquezas del mundo, sin embargo yo le tengo a Dios con quien es bueno estar cerca.

 Esta es la seguridad que hoy podes tener como hijos/a de Dios, que Dios sigue siendo el que la da fuerza a tu vida y a tu corazón. No importa lo que los demás puedan tener vos le tenes a Cristo. 

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